Los ingenieros están subiendo siempre con nuevas formas de utilizar la robótica para ayudar a la gente. En general, el concepto de los robots trae a la mente la idea de las máquinas rígidas, articuladas. Algunas son rígidas, pero rápida, mientras que otros son ágiles, pero lento. La Universidad de Tufts está cambiando todo eso. Los investigadores han desarrollado un robot biomecánico que es flexible, rápido, y podría ser utilizado para desarrollar los robots de búsqueda y rescate.
Las orugas están inspirando a los constructores de robots. Sobre todo por las rapidísimas volteretas con que escapan de un peligro: este movimiento, llamado “balística rodante”, está considerado uno de los más rápidos que se conocen en la naturaleza. El GoQBot es el último diseño en robótica. El GoQBot es un robot de cuerpo blando que puede retorcerse en espacios reducidos con facilidad y enrollar en una bola para cubrir distancias rápidamente.
El GoQBot está diseñado después de ciertas especies de orugas que, cuando es atacado, el rodillo en forma de rueda y se impulsan fuera de su atacante. Los cuatro robots biomecánicos pulgadas utiliza una técnica de balanceo balísticos moverse a unos 25 centímetros por el rodillo. No parece mucho al principio, pero este pequeño robot gira a 300 revoluciones por minuto.
El GoQBot utiliza bobinas incorporado con memoria de forma para actuar el movimiento de balanceo balístico. Cuenta con emisores de infrarrojos en cada lado para el seguimiento del movimiento. El robot se sube y se mueve tan rápido que el movimiento es difícil de capturar en video. Los modelos más nuevos usan enganches mecánicos de los actuadores para mejorar la coordinación del cuerpo. La investigación fue financiada por DARPA y se puede utilizar para diseñar robots de reconocimiento para el más rápido, más seguro para las operaciones de recuperación, tales recuperaciones peligroso como el terremoto y el tsunami en Japón.
